desde 1982
Con casi 40 años de experiencia, este lugar es uno de los más clásicos de Bogotá. Conserva la esencia con la que comenzó en Diciembre de 1982 cuando los montañistas llegaban en búsqueda de una bebida caliente y una buena conversación. En sus paredes están plasmadas imágenes de personajes y paisajes que han marcado la historia del montañismo de Colombia y el mundo.